Cómo prevenir una descarga eléctrica
Los daños que una descarga eléctrica puede causar en el cuerpo humano dependen del voltaje y el tiempo que tarde en pasar por éste. Así, menos de 1 miliamperio de potencia normalmente resulta imperceptible mientras que una descarga de 10.000 mA puede provocar un paro cardiaco y quemaduras graves, siendo la muerte altamente probable.
Para evitar este tipo de escenarios resulta vital tener instalaciones seguras. Y en este punto, dos conceptos son fundamentales: contar con una correcta toma de tierra para limitar la tensión, y el Interruptor Diferencial (ID), que desconectará el circuito en cuanto exista un defecto a tierra mayor que su sensibilidad.
Desde Grupo San Juan insistimos en la necesidad de asegurar un correcto mantenimiento de este tipo de instalaciones, lo que sin duda redundará en la protección de la persona y evitando así su electrocución.